La práctica artística de David tiene como fundamento el resignificar los espacios cotidianos y objetos comúnmente ordinarios, esperando cargarlos de un valor que los haga sublimes. 

 

En su reflexión y búsqueda, David recorre las ciudades que habita, buscando codificar el “hogar” y los distintos elementos que universalmente pueden logra componerlo. 

Este divagar ocioso se convierte en un muy meticuloso estudio del entorno a través del cual David comienza a descubrir relaciones entre los objetos que observa y su propio estado emocional y experiencial de los momentos que atraviesa. 















Fotografías y texto: David Muñoz | El tacto de la luz 
Localidad: China.
IG: @davemunoze
Co-edición: Diego Figueroa | Migrar Photo

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